El Ají picante retrasaría la progresión de la metástasis pulmonar

HISTORIA EN BREVE

  • Se descubrió que la capsaicina, responsable del efecto picante de los chiles, reduce la metástasis en ratones con adenocarcinoma de pulmón. In vitro, la capsaicina detuvo la metástasis al bloquear la activación de una proteína clave que modula la proliferación y motilidad de las células cancerosas
  • La capsaicina se concentra en la parte blanca del chile que recubre su interior, llamada placenta, no en las semillas; sin embargo, las semillas podrían estar cubiertas con un poco de ese aceite. Quitar esta parte del chile con cuidado, ayuda a reducir su efecto picante
  • Investigaciones anteriores demostraron la efectividad de la capsaicina en los tipos de cáncer colorrectal, de mama y de pulmón de células pequeñas; también tiene propiedades antiinflamatorias y de alivio del dolor comparables a las del medicamento antiinflamatorio no esteroideo, diclofenaco
  • Los chiles tienen un impacto positivo en su metabolismo, reducen los altos niveles de insulina, apoyan su salud cardiaca y podrían reducir su riesgo de padecer Alzheimer

Los chiles (ají picante) son conocidos por su sabor picante. Se utilizan principalmente como especia en una variedad de platillos y salsas. Hay diversas especies y variedades de pimientos picantes en la familia de las solanáceas.

Los chiles son nativos de América del Norte y del Sur, pero ahora se cultivan en climas más cálidos alrededor del mundo. Algunas de las variedades más comunes incluyen a la pimienta de cayena, jalapeños, serranos y chiles thai.

Uno de los pimientos más picantes del mundo es el chile 7 Pot Douglah, con una puntuación de Scoville de intensidad de picante de 1.8 millones, en comparación con los pimientos jalapeños más comunes con un rango de unidades de Scoville de 2500 a 8000.

La intensidad del picante en los chiles se mide por la escala de Scoville que va de cero a millones, y se mide por la cantidad de agua con azúcar necesaria para diluir el chile hasta dejar de percibir su sabor picante.

La capsaicina de los chiles es lo que les da su picor

Los chiles se podrían consumir frescos o secos y con frecuencia se usan para condimentar el curry picante, salsa barbecue y otras salsas picantes. La capsaicina es el compuesto bioactivo de la planta responsable de su toque picante y especiado. Este compuesto se concentra en la parte blanca ubicada en el interior del chile y no en las semillas.

Esta área, llamada placenta, se puede eliminar para reducir la intensidad del sabor picante. Las semillas del chile también podrían estar cubiertas con un poco de aceite, por lo que quitarle las semillas también ayudará a disminuir la intensidad.

El ají pertenece a la familia de las solanáceas. Esta familia de frutas y vegetales incluye algunas plantas tóxicas, entre ellas la belladona, también llamada solanácea mortal. Sin embargo, por lo general otras se cultivan y se comen, incluyendo a los tomatesberenjenaspapas blancas y pimienta de cayena.

La sensación de ardor que provoca la capsaicina en realidad no es un sabor. Más bien, es causado por una estimulación de los nervios que envían dos mensajes al cerebro de un estímulo y calor intensos. La sensación de ardor se debe a la combinación de estos dos mensajes.

La capsaicina podría reducir la metástasis del cáncer de pulmón

La capsaicina se relaciona con la reducción de la propagación del cáncer de pulmón. Los resultados de este estudio se presentaron durante la reunión de Biología Experimental de 2019 que se llevó a cabo en Orlando, Florida.

Los investigadores estaban interesados en evaluar la capacidad de la capsaicina para reducir la metástasis en el adenocarcinoma de pulmón, que representa la mayoría de todos los cánceres de pulmón de células no pequeñas.

Según los investigadores, un número importante de pacientes con adenocarcinoma de pulmón presentaron metástasis locales y distantes en el momento en que fueron diagnosticados. El objetivo a largo plazo del investigador fue identificar estrategias basadas en la nutrición para suprimir el crecimiento de metástasis de varios tipos de cáncer, incluido el melanoma, el cáncer de próstata y el colangiosarcoma.

En un estudio con ratones, se comparó la actividad antimetastática de la capsaicina frente a otros dos compuestos naturales no picantes de tipo capsaicina: Capsiate y capsiconiate. La aplicación de capsaicina había demostrado inducir la apoptosis en células cancerosas en estudios anteriores.

Aun así, los investigadores creían que el uso clínico de la capsaicina era limitado debido a un “perfil desagradable de efectos secundarios”.

Los investigadores probaron la capsaicina en tres líneas cultivadas de cánceres de pulmón de células no pequeñas humanas y a los ratones con cáncer de pulmón les brindaron una alimentación optimizada con capsaicina. Encontraron que los ratones que llevaban una alimentación con capsaicina tenían un menor número de células metastásicas en comparación con los que no recibieron el tratamiento.

Además, la experimentación in vitro condujo al descubrimiento de que la capsaicina detuvo la metástasis al bloquear la activación de una proteína clave que regula la proliferación y motilidad de las células cancerosas, la proteína Src. Jamie Friedman, Ph. D., y autor principal comentó:

“El cáncer de pulmón y otros tipos de cáncer suelen provocar metástasis en lugares secundarios como el cerebro, hígado o huesos, lo que dificulta su tratamiento. Nuestro estudio sugiere que el compuesto natural de capsaicina que se encuentra en los chiles podría representar una nueva terapia para combatir la metástasis en pacientes con cáncer de pulmón.

Esperamos que algún día la capsaicina se pueda usar en combinación con otros compuestos de quimioterapia para tratar una variedad de tipos de cáncer de pulmón”.

Investigaciones anteriores demuestran que la capsaicina reduce otros riesgos de cáncer

Este no fue el primer estudio que demostró el potencial de la capsaicina para combatir el cáncer. El cáncer de mama es una de las formas más frecuentes de cáncer en las mujeres alrededor del mundo. Según el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, en 2018 hubo más de 2 millones de casos nuevos a nivel mundial.

Un equipo de investigación alemán estudió los efectos de la capsaicina contra los canales de receptores de potencial transitorio conocidos por contribuir a la regulación del calcio intracelular y promover el cáncer.

Por medio de muestras de tejido de cáncer de mama de un subtipo agresivo de cáncer de mama, los investigadores encontraron que la capsaicina redujo esas señales e inhibió de forma significativa el crecimiento de células cancerosas.

La investigación también ha evaluado el efecto de la capsaicina sobre las células de cáncer colorrectal humano in vitro. Los investigadores encontraron que el tratamiento con capsaicina disminuyó los niveles enzimáticos, lo que sugiere que la capsaicina puede ser útil para combatir el cáncer de colon.

Otro estudio encontró que la capsaicina aborda múltiples vías de señalización y genes supresores de tumores.

La Sociedad Americana del Cáncer estima que la cantidad de casos de cáncer colorrectal en los Estados Unidos en 2019 será de 145 600. El riesgo general de por vida es aproximadamente 1 en 22 para hombres y 1 en 24 para mujeres.

En los Estados Unidos, el cáncer colorrectal es la tercera causa principal de muertes relacionadas con el cáncer y la segunda causa más común de muerte por cáncer si se combinan las estadísticas de hombres y mujeres.

Si bien el estudio presentado analizó el tipo de adenocarcinoma de pulmón de células no pequeñas, investigaciones anteriores han evaluado el efecto de la capsaicina contra el cáncer de pulmón de células pequeñas in vitro e in vivo.

Los investigadores encontraron, en conjunto, que sus datos proporcionaron información sobre el mecanismo subyacente a la actividad apoptótica de la capsaicina y que ofrecían nuevas vías de estudio.

La capsaicina tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas

La capsaicina es un potente inhibidor de la sustancia p, un neuropéptido que los investigadores han descubierto que se relaciona con un proceso inflamatorio. Actúa al agotar los nervios sensoriales de la sustancia p y luego interfiere con la percepción del dolor.

Las variedades más picantes y de fácil acceso en el mercado son los chiles habaneros y Scotch Bonnet. Los jalapeños son los siguientes en la línea del índice de intensidad Scoville, seguidos de los pimientos españoles, Anaheim y los chiles de cereza húngaros.

En un estudio con animales que evaluó los efectos analgésicos, los investigadores compararon la capsaicina con el efecto antiinflamatorio de los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), y encontraron que los efectos antiinflamatorios que produce la capsaicina se comparan con el diclofenaco.

En otro estudio, los investigadores encontraron que el efecto inducido por la capsaicina podría ser el resultado de la inhibición de la producción de citocinas proinflamatorias. Los estudios que evaluaron el uso de la capsaicina con osteoartritis también han demostrado resultados positivos.

En un estudio, el 80 % de quienes fueron tratados con capsaicina experimentaron reducción del dolor después de dos semanas. En otro, se encontró que el tratamiento tópico con capsaicina era eficaz para reducir la intensidad independientemente del lugar de aplicación y la dosis en personas con dolor moderado. Se encontró que el tratamiento era seguro y bien tolerado.

Los chiles podrían apoyar su sistema inmunológico y la salud de su corazón

Los chiles rojos brillantes tienen un alto contenido de beta caroteno. Según WH Foods, solo 2 cucharaditas proporcionan el 6 % de la dosis diaria recomendada de vitamina C y más del 10 % de la vitamina A. La vitamina A es vital para la salud de las membranas mucosas que recubren las fosas nasales, pulmones y el tracto intestinal.

La suplementación con capsaicina también podría reducir su riesgo de enfermedad coronaria (CHD, por sus siglas en inglés). En un estudio, investigadores evaluaron los efectos de la capsaicina en los perfiles de lípidos séricos en aquellos que tenían lipoproteínas de alta densidad (HDL).

Por medio de un ensayo clínico aleatorizado, controlado y doble ciego, que contó con 42 participantes, a la mitad se le asignó a tomar capsaicina todos los días mientras que el otro sirvió como grupo de control. Los del grupo experimental tuvieron una reducción de triglicéridos y proteína C reactiva.

Al parecer, la capsaicina mejoró los factores de riesgo en aquellos que tenían bajos niveles de HDL y los investigadores concluyeron que podría contribuir a la prevención y tratamiento de la enfermedad coronaria.

Otro estudio publicado en la revista Circulation de la Sociedad Americana del Corazón, encontró que quienes usan una crema con capsaicina de venta libre para el alivio del dolor podrían reducir el daño al corazón durante un ataque cardíaco. Keith Jones, Ph. D., investigador de este estudio, comentó:

“Se ha demostrado que tanto este efecto como el efecto de la capsaicina funcionan a través de mecanismos neurológicos similares. Estos son los efectos cardioprotectores más poderosos que se han registrado hasta la fecha.

Esta es una forma de cardioprotección remota, que utiliza un estímulo cutáneo que activa la cardioprotección mucho antes de que se abra la arteria coronaria bloqueada”.

Los chiles tienen un impacto en su metabolismo y función cognitiva

Comer alimentos picantes requiere una mayor cantidad de energía y produce un aumento en la termogénesis y en el consumo de oxígeno durante más de 20 minutos después de su consumo.

En un estudio, los investigadores encontraron un balance de energía negativo de 20.5 % después de consumir 2.56 miligramos de capsaicina por comida. Esto promovió la oxidación de grasas y no aumentó la presión arterial de forma significativa.

En un metaanálisis, los investigadores evaluaron si el consumo de chile podría reducir el peso corporal. Uno de los estudios prospectivos incluidos en el análisis investigó los efectos sobre el consumo de energía, lo que indica que añadir pimiento rojo en el desayuno redujo el consumo de proteínas y grasas durante el almuerzo, así como el consumo de carbohidratos de forma significativa.

En general, concluyeron que la capsaicina desempeña una función importante en la salud metabólica, sobre todo para la pérdida de peso en quienes padecen obesidad. Reducir el riesgo de obesidad también podría reducir los factores de riesgo que conducen a la diabetes tipo 2.

Además, los chiles podrían ayudar a controlar el nivel de azúcar en la sangre. Un estudio concluyó que consumirlos de manera regular ayuda a reducir el riesgo de tener altos niveles de insulina.

También se demostró que la capsaicina reduce los cambios asociados con el Alzheimer en el hipocampo de las ratas con diabetes. Los resultados demostraron que la capsaicina proveniente de los alimentos previno la formación de la proteína tau asociada con la enfermedad de Alzheimer y podría ser útil en la prevención de la enfermedad de Alzheimer en personas con diabetes.

Un segundo estudio también concluye que “una alimentación rica en capsaicina puede ejercer efectos favorables en los biomarcadores sanguíneos [de la enfermedad de Alzheimer] y en la función cognitiva en personas de mediana edad y adultos mayores”.

Otro estudio en animales utilizó extractos de chile rojo y descubrió que previene el déficit de memoria y la exacerbación de la resistencia a la insulina en ratas con diabetes, lo que sugiere que la capsaicina podría ser una intervención eficaz para prevenir el déficit de memoria relacionado con la edad.

Cómo agregar chile a la hora de cocinar

Los chiles tienen una cantidad impresionante de beneficios, que le dan placer y sabor a sus comidas picantes. Se podrían dejar secar, pulverizar (paprika) o comer frescos del jardín.

Las plantas de chile son relativamente fáciles de plantar y cuidar, y su color rojo brillante o verde oscuro es una hermosa adición a su jardín de flores u hortalizas. Si no tiene espacio en su propio jardín, puede comprar suministros en el mercado de su agricultor local.

Si disfruta de su sabor, pero le gustaría que estuviera un poco menos picante, considere remover las semillas, quitar la placenta y remojar el chile en vodka por uno o dos días.