Cumaná, 09 Dic. Cortesía AVN.- Este viernes 9 de diciembre se cumplen 192 años de la gloriosa batalla librada en la Pampa de Ayacucho, al Sur del Perú, en la que 5.780 hombres liderados por el Mariscal Antonio José de Sucre –gran estratega y planificador de esta épica gesta- se enfrentaron a unos 10 mil hombres comandados por el virrey del Perú, José de la Serna e Hinojosa, Conde de los Andes, que componían el último ejército realista en América del Sur.
La batalla de Ayacucho fue el último enfrentamiento armado que sostuvieron los ejércitos españoles y patriotas en el largo camino hacia la independencia del Perú, que se inició con el desembarco de la Expedición Libertadora en la bahía de Paracas de la provincia de Pisco, en el departamento de Ica (Perú), y las Conferencias de Miraflores en 1820, proclamada el 28 de julio de 1821 y luego de la batalla de Junín en 1824.
El 9 de diciembre de 1824 se consagra la independencia de América del Sur, librándose de la colonización española.
Fue esta excelsa gesta la que inmortalizó al Mariscal Sucre y la que llevó al Libertador Simón Bolívar a denominarlo como el Padre de Ayacucho y el Redentor de los hijos del Sol.
«…Es el que ha roto las cadenas con que envolvió Pizarro el imperio de los Incas. La posteridad representará a Sucre con un pie en el Pichincha y el otro en el Potosí, llevando en sus manos la cuna de Manco-Capac y contemplando las cadenas del Perú rotas por su espada», escribió Bolívar después de la batalla.
Todos los integrantes del ejército patriota fueron ascendidos en sus cargos y se les otorgó la condecoración de Ayacucho. A los generales les dieron la medalla de Ayacucho, mientras que al Libertador y a Sucre les impusieron unas medallas diferentes, con círculos de diamantes alrededor de las medallas de oro. Pero el gran premio para el general Antonio José de Sucre y Alcalá fue el título de Gran Mariscal de Ayacucho otorgado por el Libertador Simón Bolívar el 27 de diciembre de 1824.
Luego del triunfo de Ayacucho y siguiendo precisas instrucciones de Bolívar, el general Sucre entró en territorio del Alto Perú el 25 de febrero de 1825. Su campaña militar sirvió para dar visos de legalidad a un proceso de independencia que los mismos insurgentes altoperuanos ya habían puesto en marcha con la guerra de guerrillas del Alto Perú. Sucre, además de mantener el orden civil en el país, restableció la administración del gobierno en La Paz.
Para conmemorar esta proeza histórica y al héroe epónimo del estado Sucre, este viernes se llevarán a cabo diversas actividades en la Plaza Ayacucho de Cumaná, entre las que se mencionan la colocación de ofrendas florales ante el monumento ecuestre del Abel de América, la escenificación de la gloriosa Batalla de Ayacucho por parte de los jóvenes que interactúan en el programa educativo «Aula de Calle» y un desfile cívico-militar.