Retomando la prevención para la calidad de vida
(Prensa MPPS).- “Pedro Camejo es un símbolo de lucha. La Revolución reivindica a estos mártires, mujeres y hombres que dieron su vida en grandes batallas para que hoy tengamos libertad”, expresó el ministro del Poder Popular para la Salud, Henry Ventura, al dirigirse al Poder Popular y personal del sector Salud congregado en el Foro Libertador del Panteón Nacional con la misión de rendir tributo al Teniente de Caballería y héroe de la Independencia, Pedro Camejo (Negro Primero).
El titular destacó el esfuerzo que realiza el Gobierno Bolivariano del presidente Nicolás Maduro por alcanzar la soberanía tecnológica y farmacéutica, amén de superar el viejo paradigma que define salud como ausencia de enfermedad; modelo impuesto por las transnacionales de la industria del medicamento interesadas en mantener sus cuantiosos márgenes de ganancia a expensas de las necesidades y la vida del pueblo.
En oposición a ese esquema, Ventura llamó a relanzar la prevención y promoción por la calidad de vida, de manera que la población conozca cómo preservar la salud y evite enfermarse. En este sentido se refirió a la gran inversión de recursos destinada a la elaboración de vacunas, labor ésta que compete a la Empresa Socialista para la Producción de Medicamentos Biológicos (Espromed Bio), C.A., adscrita al despacho sanitario.
Del mismo modo exhortó a fortalecer los Programas de Salud Colectiva, en una suerte de combate de las causas de enfermedades (consumo de alcohol y tabaco, obesidad, sedentarismo, estrés) y la presencia de condiciones como la diabetes e hipertensión arterial; iniciativas que deben emprenderse bajo la égida de la organización social.
Producción con acento nacional
La producción de biológicos en Venezuela fue el tema que abrió el ciclo de foros del evento. Gerardo Briceño, presidente de Espromed Bio, C.A., al abordar este aspecto se paseó por distintos momentos de la situación sanitaria del país, los vaivenes de la producción farmacológica nacional y de cómo las transnacionales del sector han acorralado cualquier intento de soberanía nacional.
La privatización de la salud en 1998, el enfoque asistencialista de atención (uso indiscriminado de medicamentos) promovido por la industria farmacológica, el abandono de la prevención de enfermedades, el privilegio de la producción de medicamentos costosos e innovadores frente a la reducción cada vez más acentuada de la disponibilidad de fármacos económicos para la prevención, fueron aspectos desarrollados por el ponente.
Briceño comentó que anteriormente la producción de vacunas era labor del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel, adscrito al despacho de Salud. El hecho de que ese ente fuera a la vez regulador y productor fue usado por las transnacionales como argumento para torpedear la manufactura nacional: “Así fue que pasamos a producir sólo tres biológicos para prevenir enfermedades, los más baratos, los que menos interesaban a las grandes industrias. Vendimos al país, la soberanía y la conciencia. Se pretendió producir biológicos pero sin inversión tecnológica”, subrayó el vocero.
Gracias a la acción del Gobierno revolucionario, en la actualidad Espromed Bio dispone de 11 medicamentos biológicos para ser distribuidos en la red sanitaria del MPPS, “producción propia pero con ayuda de otras naciones”.
En materia de prevención, la planta de biológicos cuenta con el respaldo de aliados como Quimbiotec para la producción de hemoderivados y el Servicio Autónomo de Elaboraciones Farmacéuticas (Sefar), encargado de la fabricación de medicamentos huérfanos, “ de bajo costo y que no interesan a las grandes empresas”.
Briceño también mencionó la reactivación de la antigua planta de fármacos perteneciente a la Universidad de Los Andes, “abandonada y quebrada por la Cuarta República, pero afortunadamente recuperada por nuestro presidente obrero bajo el nombre de Profármacos para fortalecer la producción nacional de medicamentos, tarea que venimos acompañando desde Espromed Bio”.
Señaló que la planta de vacunas posee capacidad para elaborar 120 millones de dosis anuales de biológicos, “imaginen la capacidad que tenemos para aportar a la salud, incluso de naciones hermanas”, expresó para luego mencionar algunos de los productos Espromed disponibles: toxoide tetánico, vacuna antirrábica humana y de uso veterinario, pentavalente, antihepatitis B adulto y pediátrica, interferones y eritropoyetina, “medicamentos que son vendidos a altos costos por parte de las transnacionales”.
Como desafíos, Briceño señaló el lograr una producción estadal de medicamentos consolidada, “lo que nos hará un país libre y soberano”; disponer de un sistema de formación de recurso humano en producción de insumos para la salud, lograr comunidades empoderadas en cuanto al uso efectivo y racional de medicamentos, promover la investigación aplicada a la salud, asegurar el abastecimiento del Sistema Público Nacional de Salud y reducir costos de producción. Prensa Espromed Bio/Foto: Oscar Pérez