Caracas, 04.09.17 (Prensa Espromed Bio).- Reconocer el embarazo y el parto como eventos naturales, rescatar la autonomía de la mujer y desmontar la hegemonía médica durante el alumbramiento, fue el llamado del gineco-obstetra Pedro Elías Gutiérrez en el conversatorio “Modelo Hegemónico y Obstetricia Crítica”, que tuvo lugar en la Empresa Socialista para la Producción de Medicamentos Biológicos (Espromes Bio), C.A. en el contexto del Plan Nacional sobre Parto Humanizado.
Un auditorio integrado por trabajadoras embarazadas de las dos plantas de Espromed; gestantes provenientes del Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Fonacit) y esposas de funcionarios de Espromed, estuvo atento a lo expresado por el defensor del parto humanizado y quien lleva dos años promoviéndolo en el Hospital Universitario de Caracas.
Para comenzar, Gutiérrez recordó la sociedad patriarcal en la que vivimos que coloca a la mujer en desigualdad de condiciones respecto al hombre. De allí que impere el modelo hegemónico médico, donde el gineco-obstetra asume la batuta del parto reduciéndolo a un simple hecho médico. En tal sentido, comparte la opinión de Marbella Camacaro, autora del libro La Obstetricia Desnuda. Una ruptura sistémica, en cuanto a la institucionalización de la violencia obstétrica, lo que se asume como normal, legitimando la incautación de los procesos reproductivos y convirtiendo el embarazo en un acto médico o biológico, obviando que también es un evento social, corporal, psíquico y emocional.
Situación que debe ser revertida en opinión del especialista: “Convertimos un proceso que le pertenece a la mujer, a su pareja y a su hijo o hija en un evento médico. El médico sólo debe actuar cuando sea necesario y para desmontar eso hay que empezar por reconocer que ese modelo existe y empoderar a la mujer de sus derechos”. Por eso la relevancia de llevar esta información al mayor número de mujeres y a la colectividad en general.
Violencia obstétrica
El artículo 51 de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia considera violencia obstétrica: No atender oportuna y eficazmente las emergencias obstétricas; obligar a parir en posición supina (horizontal) y con las piernas levantadas, habiendo los medios para el parto vertical; obstaculizar el apego precoz del bebé con su madre, sin causa justificada, negándole la posibilidad de cargarlo y amamantarlo al nacer; alterar el proceso natural del parto de bajo riesgo con el uso de técnicas aceleradoras (Pitocín) sin el consentimiento voluntario, expreso e informado de la mujer; practicar cesárea habiendo condiciones para el parto natural, sin obtener el consentimiento de la mujer.
Respecto a la posición para parir, Pedro Gutiérrez mencionó el colocarse en cuclillas (agachada) como la más adecuada, fisiológicamente hablando, para evacuar la pelvis. Y en cuanto a la práctica de la cesárea, la calificó como “un proceso cultural a desaprender”; señaló que aun cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda entre 10 y 15% de cesáreas, “en Venezuela tenemos más de 50% porque es más cómodo para el médico”.
Lo relatado es parte del enfoque cultural del embarazo como enfermedad, cuando en realidad es un proceso completamente natural, tanto que las indígenas así lo entienden y lo viven a plenitud. Por tal motivo Gutiérrez exhortó a las presentes a romper paradigmas y “volver a lo humano, somos mamíferos”. Recomendó a cada una estar pendiente y protegerse entre sí, al tiempo que “cada uno de nosotros debe convertirse en vigilante de la salud de la mujer y de la embarazada”.
Parafraseando a Marbella Camacaro, el ponente Pedro Elías Gutiérrez, dijo que la “calidad de la atención debe responder a nueva concepción donde además de pericia, haya ternura, afecto, compasión y sobre todo reconocimiento de los derechos humanos de cada una de las mujeres”.
Entender lo natural
La organizadora del Conversatorio y gerente de la Oficina de Atención al Ciudadano de Espromed, Mauren Reyes, justificó la escogencia de ese tema: “Tenemos mujeres en proceso de gestación y qué más que darles la información del Plan Nacional de Parto Humanizado, porque la gente se ha acostumbrado a nivel de cultura y llevada por lo que se dice en las redes que la cesárea es lo que debe hacerse, sin entender cuáles son los procesos naturales del embarazo y el parto como tal”.
Destacó la intervención de Pedro Gutiérrez como médico del Hospital Universitario y poseedor de una importante trayectoria como gineco-obstetra, además de defensor del Plan de Parto Humanizado; información que se comprometió a llevar a las comunidades aledañas a las plantas de Espromed Bio.
Las embarazadas quisieron compartir su opinión al respecto. Aunque Roneily Gudiño (Tesorería Espromed), había participado en otras charlas de parto humanizado, ésta no dejó de parecerle interesante. “Es bueno multiplicar la información para que las mujeres sepan que tienen que empoderarse en el parto, que somos nosotras las que tenemos que decidir lo que se va a hacer en ese momento”.
Dijo que con la gente de Parto Humanizado también ha aprendido técnicas de respiración para cuando llegue el parto, “que no debo estar traumatizada, que debo relajarme y que eso es algo natural, además de disfrutar el momento cuando nazca mi hijo”.
Ismaira Josefa Figueroa vino del Fonacit: “Hay muchas mujeres como yo, que vengo de vivir tres experiencias de partos anteriores nada humanos, desde uno con Pitocín hasta otro con fórceps, que está prohibido por la OMS; por cierto tengo una niña con parálisis facial por el fórceps. Por eso estábamos esperando este momento y enhorabuena llegó el parto humanizado, me gustaría que hubiera un despliegue nacional de estos talleres con el doctor Pedro Gutiérrez, a quien le colocamos el nombre del ‘padre del parto humanizado’”.
Considera importante como feminista dar a luz en la posición que le dé la gana “y hacer de todo un proceso natural, como lo es. Gracias al doctor Pedro Gutiérrez vamos a vivir esa experiencia y a ser multiplicadoras de ese mensaje, sobre todo entre las más jóvenes. Que no debemos pedir la cesárea porque viene siendo como la última opción en un riesgo de vida, hay que acabar con ese mercantilismo que hay en las clínicas con la cesárea”.
Por su parte, María Alejandra Ramírez (Control de Calidad Espromed) cree que Gutiérrez fue muy acertado en sus comentarios respecto a la humanización del parto, “que no somos unos pedacitos de carne que andan dando más carne por ahí. En lo personal creo que la humanización tiene que ser no nada más para el parto sino para cualquier persona enferma y estar presente desde el vigilante que te recibe en una clínica u hospital hasta el doctor que te atiende”.
Nunca había estado en una charla de parto humanizado pero sí había escuchado al respecto, acentuó el hecho de que parir, “primero que todo es algo natural y no tiene que ser una enfermedad ni una condición. También el conversatorio me enriqueció en la parte de los derechos, que hay una Ley Orgánica de la Mujer y que uno tiene derecho a exigir de acuerdo a esa Ley”.