Caracas, 02 Feb. Cortesía AVN.- El 2 de febrero de 1999, los venezolanos emprendieron una revolución que priorizó las políticas de protección social en una nación, hasta entonces, sumida en la desigualdad. Se trataba de una meta que Hugo Chávez, electo presidente dos meses antes, asumió como el renacer de un pueblo golpeado por el pacto de élites que imperó hasta ese momento.
«Hoy en Venezuela estamos presenciando, estamos sintiendo, estamos viviendo una verdadera resurrección. Sí, en Venezuela se respiran vientos de resurrección», sentenció Chávez desde la tribuna de oradores del antiguo Congreso Nacional, donde fue juramentado como Presidente luego de vencer en las elecciones del 6 de diciembre de 1998 con 56,20 % de los votos.
Ya investido como jefe de Estado, ratificó que la revolución que comenzaba atacaría la crisis social que amenazaba a la nación, y que se manifestaba con 45 % de pobreza, según ingreso por hogares, y 10,8 % de pobreza crítica.
«Tenemos que buscar la manera de regular estas crisis, porque así llegamos al presente, al día de hoy», manifestó el entonces nuevo presidente de la República, que en 1992, siendo teniente, comandó una rebelión cívico-militar que se interponía a las políticas neoliberales aplicadas por el expresidente Carlos Andrés Pérez, que terminaron de acentuar la desigualdad en el país.
Chávez, citando a Francisco de Miranda en el momento en que las tropas libertadores perdieron la plaza de Puerto Cabello, sostuvo que Venezuela se encontraba «herida en el corazón» con cifras oficial que denotaban un deterioro remarcado en la sociedad: las cifras de desempleo rondaban entre el 11 y 20%, las de subempleo el 50% y el déficit de vivienda era superior al millón y medio de hogares.
«Es salvaje saber que en un país como el nuestro, más de la mitad de los niños en edad preescolar no están yendo al preescolar; es salvaje saber que sólo uno de cada 5 niños que entran a la escuela preescolar, sólo uno de cada cinco termina la escuela básica, eso es salvaje porque ese es el futuro del país», apuntó el mandatario.
En el pleno del Congreso Nacional, Chávez reivindicó la importancia de instalar la Asamblea Nacional Constituyente de ese año para reformar la Constitución y dar paso a la transformación integral de la nación.
Tras la aprobación de la nueva Constitución, el 15 de diciembre de 1999, con más de 3,3 millones de votos a favor, Chávez comandó un proyecto de reivindicación social que estuvo signado por la igualdad y la justicia.
Cuatro años más tarde, creó el Sistema Nacional de Misiones y Grandes Misiones, que tienen como base luchar contra la pobreza, liderar programas de educación, salud, deporte y alfabetización, entre otros.
Los logros de Venezuela en materia social han sido reconocidos por organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Como ejemplo del impacto de los programas sociales, en octubre de 2005 la Unesco declaró a Venezuela como territorio libre de analfabetismo gracias a la Misión Robinson y al plan que enseñó a leer y escribir a 1,5 millones de venezolanos.
También se impulsó la Misión Barrio Adentro, para expandir la atención gratuita y de calidad en materia de salud con apoyo de misiones cubanas; y se dio paso a la creación de la Misión Alimentación para expender rubros subsidiados y de fácil acceso a la población.
En materia habitacional, la Revolución Bolivariana impulsó la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), programa que desde 2011 hasta la fecha ha levantado cerca de dos millones de hogares.
En educación, más de 10 millones de venezolanos acuden a las aulas de clases y 75% de ellos lo hace en recintos públicos.
Protección social consolidada
El proyecto de protección social que comenzó en 1999 hoy sigue vigente con el presidente Nicolás Maduro, que en 2017 creó el Carnet de la Patria, un instrumento tecnológico tramitado por más de 16,5 millones de venezolanos que ha permitido agilizar la asignación de políticas sociales.
Por medio de este sistema, y aun en medio de un bloqueo financiero internacional contra la nación, el Estado venezolano ha masificado el sistema de pensiones -que paga asignaciones mensuales a tres millones de adultos mayores y se propone abordar a todos los venezolanos en edad de pensionarse-, de viviendas, de atención directa a las embarazas y personas con discapacidad, y de subsidios directos a las familias.
A través del Carnet de la Patria, el Gobierno adjudica un bono mensual de 700.000 bolívares a las mujeres embarazadas y personas con discapacidad, y otros que varían de Bs. 320.000 (para hogares de dos integrantes) hasta 1.680.000 (para familias integradas por 10 personas). Foto: Cortesía Vicepresidencia de la República