Caracas, 10 Feb. Cortesía AVN.- Hace 13 años se consolidó la victoria del pueblo y los trabajadores patriotas que derrotaron el sabotaje petrolero y económico, perpetrado por la derecha y la cúpula empresarial con el objetivo de detener el avance de la Revolución Bolivariana.
El final de esta acción criminal que paralizó la actividad económica del país durante 63 días y dejó pérdidas por más de 20 mil millones de dólares, marcó el inicio del proceso de recuperación de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), que dejó atrás su visión mercantilista, y se convirtió en un instrumento para impulsar una política nacional, popular y revolucionaria, que tiene como norte atender las necesidades del pueblo.
Durante el programa Aló, Presidente, número 138 transmitido el 9 de febrero de 2003, desde la Refinería El Palito, en el estado Carabobo, el comandante Hugo Chávez resaltó que la conciencia política y social del pueblo y de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) permitieron derrotar las acciones criminales y desestabilizadoras emprendidas por la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), con el apoyo de dirigencia de la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV), organización sindical controlada por Acción Democrática (AD).
«Creyeron que Chávez no aguantaba el paro, pero se equivocaron porque no es Chávez, esto no es de un hombre, aquí lo que hay es un pueblo con dignidad, aquí lo que hay es un colectivo dando una batalla como nunca antes», expresó en referencia al triunfo revolucionario sobre el sabotaje que había iniciado el 2 de diciembre de 2002.
Recordó, que durante el golpe económico de finales de 2002 y principios de 2003, los empresarios bloquearon fuentes de producción de alimentos, de leche, de harina de maíz, de carne, refrescos, agua, así como otros consumos esenciales para la familia venezolana.
Estos poderosos sectores económicos, tal y como señaló el Comandante Chávez, obligaron a cortar el suministro de combustible, a parar barcos de la marina mercante en las aguas del Caribe, a restringir los horarios en las entidades bancarias, y cerrar escuelas, universidades, entre muchas otras medidas para atentar contra el orden democrático del país.
Como consecuencia de la estrategia golpista de la derecha, la economía de Venezuela fue impactada negativamente. Informes de Pdvsa reflejan que, como resultado del sabotaje petrolero, se registró una contracción en el Producto Interno Bruto (PIB) de 15,8 % durante el cuarto trimestre de 2002, y de 24, 9% durante el primer trimestre de 2003-el más alto en la historia del país-, mientras la caída del PIB petrolero fue de 25,9% y 39,3%, respectivamente.
Venezuela interrumpió, durante esos días, su papel de proveedor confiable de crudo y combustible, como consecuencia de la acción desestabilizadora.
De acuerdo con las cifras reveladas por Pdvsa, las pérdidas por ventas no realizadas alcanzaron más de 14.430 millones de dólares, lo que motivó una disminución de 9.998 millones de dólares en la capacidad contributiva de la empresa y sus filiales al fisco nacional, disminuyendo los recursos empleados por Ejecutivo para desarrollar los programas sociales.
«Jugaron otras cartas (…) nos tiraron a sacar, pero aquí estamos hoy más fortalecidos que ayer, hemos derrotado el golpe petrolero, económico, fascista y terrorista (…) obtuvimos unidos la victoria contundente de la patria, victoria petrolera, victoria moral, victoria civil, victoria militar, victoria obrera, la victoria popular, la victoria, la victoria y la victoria: ese es el camino del pueblo venezolano de hoy, de la patria», resaltó Chávez en esa oportunidad.
Guerra contra la revolución petrolera
El 09 de febrero de 2003, el comandante Chávez explicó al pueblo venezolano que posterior al fracaso del golpe de Estado de abril de 2002, y al restablecimiento del hilo democrático, los factores de la derecha continuaron con su estrategia desestabilizadora contra el país.
«Como no consiguieron lo que en abril habían conseguido un grupo de generales y almirantes y un grupo de militares que se prestaron para el golpe de Estado militar, en diciembre lanzaron un nuevo ataque, un golpe de Estado petrolero. Ese era el eje central del ataque golpista que arrancó el 2 de diciembre. Nos atacaron refinerías, centros de distribución, de llenado, las líneas de transporte para distribuir el combustible, todo eso lo sabotearon, llegaron hasta dañar las gandolas. Luego los barcos los pararon en el Caribe y nos hicieron un autobloqueo; ellos estaban convencidos, pero otra vez se equivocaron.Tenían una conspiración casi perfecta, pero no contaron con la fuerza del pueblo y de la Fuerza Armada», resaltó.
Con sus acciones de sabotaje, las cúpulas de la oligarquía pretendían revocar todo lo los avances impulsados por la revolución en materia petrolera.
En noviembre de 2001 el Gobierno Bolivariano aprobó 49 instrumentos legales, entre los que se encontraban la Ley Orgánica de Hidrocarburos, a través de la cual se elevaban las regalías que debían pagar las transnacionales al Estado venezolano y se recuperaba el control de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
De este modo, se incrementaba en 30% los tributos de las transnacionales por las actividades extractoras y en 51%, como mínimo la participación del Estado en las sociedades mixtas con empresas extrajeras.
Esta Ley se oponía a los intereses de la derecha, ya que hasta 1999 la principal empresa del país cumplía un papel de satélite económico de la economía norteamericana, ya que se encargaba de suministrar todo el petróleo que este país necesitara para sostener su aparato industrial y militar.
La nueva Pdvsa
La recuperación de Pdvsa permitió reorientar el papel de la industria petrolera para poder garantizar la justa distribución de los recursos, provenientes de la comercialización del crudo, en planes de inversión en beneficio de los venezolanos.
De acuerdo a cifras oficiales, entre 2001 y 2014 esta empresa estatal aportó al desarrollo social de la nación una suma de 233.933 millones de dólares.
Sólo en 2014 Pdvsa destinó 26.080 millones de dólares para garantizar el funcionamiento de los programas y misiones sociales como Ribas, Barrio Adentro, Vivienda Vivienda Venezuela, Alimentación y Revolución Energética, entre otras.
A pesar de la caída de 70% que ha experimentado el precio del petróleo desde mediados de 2014, al bajar de 100 a 35 dólares por barril, el presidente de la República, Nicolás Maduro, ha honrado el compromiso del Gobierno con el pueblo venezolano, manteniendo intactos los niveles de inversión social.
«Los gobiernos de la oligarquía dicen: cuando hay tiempo de vacas gordas y altos ingresos petroleros, todo para mí (las élites), y cuando es tiempo de vacas flacas y bajan los precios del petróleo, nada es para nadie, por lo que no hubo vivienda, no hubo misión, no se superó la pobreza, ni hubo buena educación. Sin embargo, la revolución, cuando el petróleo estuvo a 100, dijo: ‘Vamos a meterle el acelerador al desarrollo económico’. Y cuando bajó a 30 dólares, dijo: ‘Vamos a administrar bien para que no le falte nada al pueblo, a la educación pública, al alimento, la salud y la vivienda», explicó el jefe de Estado el pasado 5 de diciembre en una alocución. Leonardo Buitrago AVN