Caracas, 11 Sep. AVN (Cortesía).- Han pasado 44 años de su muerte y entre las calles de Chile sus seguidores aún lo recuerdan como el líder. De las paredes de las casas cuelgan cuadros con su rostro, al tiempo que sus ideales, los que siempre se mantuvieron a favor del pueblo y sus necesidades, se mantienen vigentes.
Este lunes 11 de septiembre se cumple un aniversario más de la muerte de Salvador Allende, hecho que ocurrió en 1973, el mismo día que el dictador Augusto Pinochet, con aliados de la derecha, emprendiera un salvaje ataque al Palacio de la Moneda, que terminó con la demolición de su estructura y dejó como resultado la muerte de Allende.
En un principio, la muerte del líder popular fue tratada por la opinión pública como un suicidio y más tarde —en 2012— la Corte de Apelaciones de Santiago ratificó esta teoría, argumentando en un informe que los dos disparos de bala que le cegaron la vida a Allende «en medicina legal son atribuibles al suicidio». Sin embargo, datos históricos registran que testigos del hecho fueron detenidos y más tarde desaparecidos por órdenes de Pinochet, el dictador que llevó a Chile a transitar por el más feroz de los caminos en una dictadura que duró 17 años, y que dejó un saldo superior a los 40.000 muertos y miles de exiliados.
Para conservar y promover en las generaciones nuevas el legado de Allende —quien además de político también fue médico cirujano— familiares cercanos y también seguidores de su obra han construido espacios como la Fundación Salvador Allende, que desde 1990 trabaja por promover seminarios y otro tipo de encuentros académicos que difunden la visión del presidente chileno con el apoyo de instituciones políticas y culturales.
Como una forma de ver y conocer a Allende no solo como Presidente sino también como padre y abuelo, su nieta Marcia Tambutti estrenó en 2015 el documental Allende, mi abuelo Allende, que muestra una semblanza del político en 32 entrevistas a miembros de su familia, incluyendo su compañera de vida Hortensia de Allende.
Días pasados, la Agencia Venezolana de Noticias entrevistó a Pablo Sepúlveda Allende, nieto del mandatario chileno, quien destacó que el mejor legado de su abuelo es mantenerse al frente en la tarea de promover una verdadera transformación en la sociedad.
«Creo que su particularidad fue plantear por primera vez, que las transformaciones estructurales para superar el capitalismo hacia una revolución que cambie las bases económicas y sociales de los países puede ser por vía pacífica y democrática, a través del voto universal. Fue algo innovador en su momento», expresó Sepúlveda.