Fuerza del espíritu de José Gregorio Hernández nunca ha abandonado a los humildes, expresó Jefe de Estado

Caracas, 29 de junio de 2017. Cortesía VTV.- El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, recordó este jueves 29 de junio los 98 años del fallecimiento del doctor José Gregorio Hernández “El Venerable”, quien es considerado en Venezuela como el médico de los pobres.

A través de su cuenta en Facebook, el Jefe de Estado recordó a este destacado galeno “quien es parte de la espiritualidad y la fe propia de Venezuela”.

Hernández perdió la vida al ser arrollado en la esquina de Amadores, en la parroquia La Pastora, Caracas, el 29 de junio de 1919, cuando cruzaba la calle luego de comprar medicinas para una persona enferma.

Los historiadores le reconocen su fe, profunda sencillez, su dedicación profesional, así como su devoción a la Virgen, a Dios y al prójimo.

En la publicación de su red social, el Presidente Maduro expresó “aquel trágico accidente en la esquina de Amadores, en La Pastora, le arrebató al país al galeno de mayor formación científica y académica de su época, pero desató la fuerza de su espíritu que nunca ha abandonado a los humildes de nuestra tierra”.

“Seguimos orando con fe, por la pronta beatificación de nuestro Doctor, quien llevó en vida la práctica cristiana del servicio a los pobres y tras su partida física, continuó obrando milagros por el pueblo”, escribió.

Los venezolanos lo veneran por sus virtudes como médico y por su vocación religiosa. Desde hace varios años se le atribuyen varios milagros y curaciones, tanto es así que en 1949 el Vaticano inició su investigación.

Luego de iniciado el proceso, y completados los primeros casos, fue nombrado Venerable por parte del papa Juan Pablo II el 16 de enero de 1986 y en la actualidad continúa el proceso para su beatificación.

De completarse el procedimiento se convertirá en el primer Santo de procedencia venezolana y el tercer beato. Venezuela tiene 2 beatos y varias religiosas Venerables. Sólo se espera por el reconocimiento de un milagro más.