Afirma Don Cucho en su terapia:
Caracas, 19.09.17 (Prensa Espromed Bio).- Reírse sin tapujos, conocer la cosquilla, cantar, masajear, bailar y mirarse a los ojos son apenas una muestra de las técnicas que emplea Don Cucho en la Terapia de la Risa, compendio de dinámicas que invitan a despojarse de la máscara que impone la sociedad y a conocerse a sí mismo para alcanzar el bienestar.
Ese fue el norte de la Oficina de Atención al Ciudadano de la Empresa Socialista para la Producción de Medicamentos Biológicos (Espromed Bio), C.A. al idear este evento para las y los trabajadores de dicha planta.
“Una terapia de la risa sirve más que todo para conocerse uno mismo. A través de la risa obtenemos bienestar y salud, nos ubica en el camino de la hermandad. Podemos mover emociones, la inteligencia, adquirir habilidades y sobre todo desarrollar amor por el prójimo para poder ayudarlo”, explicó Nelson Blanco, quien encarna a Don Cucho, personaje de abundante cabello blanco y rizado, ataviado con camisa colorida, sombrero y corbatín, que provoca risa con solo verlo.
El facilitador -junto a Don Cucho- lleva dos años trabajando en Tu Salud Tu Risa, proyecto en el que lo acompaña Nixy Pachano, quien se encarga de investigar con seriedad sobre la risa y sus efectos terapéuticos, conocimiento que luego es volcado en las charlas teóricas y la diversidad de dinámicas a desarrollar en las instituciones que solicitan ese servicio.
“Se trata de descubrir que tenemos habilidades, que en nuestro cuerpo hay hormonas que fácilmente son activadas con la risa y pueden generar bienestar y salud porque son capaces de prevenir desde una gripe hasta un cáncer. Sin embargo hay una hormona (cortisol) que es la mala de la película, se encarga de dañar todos los órganos que están mal puestos por ahí y que no son activados con la risa”, manifestó Blanco, por eso su invitación a reír para prevenir enfermedades.
Adicionalmente aseguró que esta terapia induce a revisar quiénes somos, qué queremos ser y a dónde vamos; también a movilizar las energías y convertir las negativas en positivas, aparte de hacer las cosas con emoción y sentido, en una palabra entregarse. A su vez, exhortó a usar la imaginación para llegar a los sueños, en su opinión “una forma de materializar lo que queremos. La recreación y la risa son la base de la salud y la alegría”.
Enriquecimiento personal y laboral
Para los organizadores, este tipo de actividad contribuye al crecimiento personal de los trabajadores de Espromed Bio: “Es importante porque aparte de la salud en recreación, ayuda a la salud mental, al trabajo en equipo, a integrarnos y experimentar nuevas vivencias del día a día que con el quehacer olvidamos y no nos dedicamos a ellas. Creo que éste es un espacio que se ha abierto en Espromed siempre pensando en su talento humano, contribuyendo no solo a la recreación sino al crecimiento, ayudando a fortalecernos profesionalmente para afrontar las actividades diarias que se ha propuesto la organización”, expresó Yuner Marchena, coordinadora de Atención al Ciudadano de la planta biológica.
Respecto a la acogida de los participantes, reveló tener muchas expectativas con los trabajadores de ambas plantas, “ha sido satisfactorio porque se ha notado la gran motivación y el interés del personal por estar aquí. Incluso se han planteado varias fechas para este taller y dar la oportunidad a todos de incorporarse. Hemos tenido un feedback bien positivo”, aseveró e informó que el próximo 26 de septiembre habrá otra jornada.
Disfrutar como niños
“Este tipo de terapias son joyas que están escondidas y uno no las ve por el diario vivir y las diferentes situaciones de cada quien. No nos detenemos a observar, a saber qué personas tenemos al lado y compartir un buen momento. El taller fue muy bueno, lo disfruté y me reí tanto de mí misma, como del grupo y de las actividades que hicimos”, es la apreciación de Gloria Méndez, adscrita a Auditoría Interna de Planta I.
Resaltó la posibilidad de regresar a la infancia por unas horas: “Es volver a ser niños, no debemos perder esa cualidad, esa sencillez y humildad; eso fue fabuloso, me olvidé de Gloria adulta y volví a ser niña. Recomiendo la terapia, al momento de llegar vi caras de desconcierto porque no parecía una actividad de risa, pero al final vi cómo cambiaron esas caras. Esta experiencia me sirvió porque uno no se ve, no se ríe y hay que reírse, sacarle el mejor momento a las cosas independientemente de lo que nos pase”.